Sergio Yair Kees, estudiante de Diseño Visual, habló de su crecimiento personal tras permanecer casi seis meses en México y haber salido por primera vez al exterior.
La experiencia de intercambio estudiantil resultó satisfactoria para Sergio Yair Kees. En Culiacá,México, el alumno de la Licenciatura en Diseño Visual cursó durante un semestre en la Licenciatura en Diseño y Arte Multimedia, de la Unidad Académica de Artes Plásticas, de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS).
La experiencia se realizó en el marco del Programa de Intercambio LatinoAmericano (PILA)
-producto de la firma de un convenio entre el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) y sus contrapartes mexicana (ANUIES) y colombiana (ASCUN)- y cuyo objetivo es promover el intercambio de estudiantes de carreras de grado y posgrado, así como de académicos, investigadores y gestores de las universidades e instituciones de educación superior asociadas (IES).
Luego de seis meses de permanencia en esa casa de estudios superiores –donde cursó con excelente rendimiento las materias Fotografía Digital, Historia y Teoría de la Imagen II: Edad Media y Renacimiento, y Revelado de la Imagen Digital, materias luego reconocidas por la UNRN-, nos contó lo siguiente:
La creatividad es parte de la esencia de México, ¿de qué manera crees que influirá la experiencia que viviste en ese país en tu carrera y proyección profesional?
Sin dudas, México es uno de los países con más creatividad, colores, y cultura en el arte y el diseño. Estar influenciado por esta cultura va a recaer directamente, consciente o inconscientemente, en mi forma de pensar, conceptualizar e idear mis trabajos de diseño.
¿Cómo fue tu adaptación a la Universidad?
No había viajado nunca al exterior, ésta fue mi primera experiencia. Luego de muchas horas de vuelos y escalas, lo primero que sentí fue el caluroso recibimiento de Culiacán, la ciudad donde iba a pasar mi estancia durante casi seis meses, y del representante de la Universidad Autónoma de Sinaloa, que estaba esperándome para trasladarme a mi hospedaje y decirme que ese era su “invierno” (risas). Luego de una semana libre para conocer la ciudad, las locaciones de estudio y adaptarme, comencé a cursar. El recibimiento en el aula y la universidad fue muy agradable; era la primera vez que recibían un intercambio internacional en la Facultad de Artes. Las clases y sus metodologías son muy similares a las de acá. Compañeros, docentes y no docentes siempre estuvieron presentes para cualquier inquietud y acompañamiento.
¿Qué fue lo que más te impactó de la cultura local?
Llegás a un lugar desconocido donde la gente, la cultura, su comida, su forma de hablar y hasta su moneda, es diferente; sin embargo, me adapté muy rápido. Los días pasan y te das cuenta que comenzás a formar parte de esa sociedad. Estaba en México y no podía no probar sus comidas típicas y picantes, y confieso que me gustaron mucho. Sus tacos y el sushi (“culichi”, gentilicio de la ciudad de Culiacán) son mis favoritos.
A nivel académico, ¿qué destacás de esta experiencia para tu formación profesional?
Cursar materias en otra universidad y otra carrera es de un gran aporte. Aprender cosas nuevas, generar redes de intercambio con grandes profesionales y su trayectoria. Mi cabeza tiene una nueva categoría de imágenes, sensaciones, conocimientos, y lugares a las que puedo recurrir a la hora de diseñar.
¿Qué similitudes y diferencias notaste entre la UNRN y tu universidad de destino?
Hay muchas similitudes con la UNRN. Las clases en la UAS eran muy parecidas: la cercanía con el profesor, la modalidad teórico y práctica en las materias que lo requerían, las clases participativas y los métodos de evaluación.
A partir de esta experiencia, ¿cómo te gustaría enfocar tu carrera profesional? ¿Dónde te ves desempeñando tu profesión?
México fue un antes y un después en mi vida personal y profesional. Vuelvo con energías recargadas para terminar el último tramo de la carrera en la UNRN y evaluar hacia dónde inclinar mi carrera profesional, ya que el diseño tiene una gran gama de posibilidades. Me gustaría seguir formándome, estudiando alguna maestría y trabajar a la vez. Haciendo lo que a uno le apasiona. Los resultados siempre son positivos.
¿Recomendarías esta experiencia a otras/os estudiantes? ¿Por qué?
Recomiendo el intercambio. Es una experiencia enriquecedora tanto nivel personal como profesional. Te abre la cabeza, te saca de tu zona de confort, te hace romper tus propias barreras, te hace valorar lo propio y abre mil caminos. Personalmente, la mejor experiencia de mi vida hasta hoy.