En un esfuerzo que combina ciencia, compromiso y esperanza, un grupo de investigadores de la Universidad Nacional de Río Negro, liderado por el médico, investigador y docente Fernando Tortosa, desarrolla una línea de investigación innovadora que podría marcar un cambio en el tratamiento del Síndrome pulmonar por hantavirus, una enfermedad producida por el hantavirus Andes en la región andina de la Patagonia y que desde 1996 se llevó la vida de 64 personas sólo en la región Andina de la provincia de Río Negro.
Este proyecto, que cuenta con la aprobación de los comités de ética de la provincia de Río Negro y de la universidad, busca evaluar el uso compasivo del Tocilizumab, un medicamento disponible en Argentina, para tratar el Síndrome Pulmonar por Hantavirus (SPH), una enfermedad de baja incidencia pero de alta letalidad. La propuesta apunta a frenar, con este fármaco, la cascada inflamatoria que provoca la enfermedad en pulmones y corazón, la cual puede ser mortal en hasta un 50% de los casos.
Fernando Tortosa es profesor en la carrera de Medicina e investigador del Centro Patagónico Interdisciplinario en Salud (CePIIeS) en la Sede Andina de la UNRN y cuenta con diversos posgrados, entre ellos en Mecánica Vascular, Salud Pública y Medicina basada en evidencia. Además, es instructor en guías clínicas de la Universidad McMaster de Canadá y candidato a doctor en Ciencias de la Salud. Su amplia experiencia en investigación y docencia lo posiciona como una referencia en el ámbito de la salud en nuestra región.
“Elegimos esta droga porque está disponible en Argentina y se utiliza para el tratamiento de la artritis reumatoidea juvenil y otras enfermedades inflamatorias. Además, en el caso del Hanta Virus, su administración es de una única dosis,” explica Tortosa.
El equipo de investigación, que opera en el Hospital Zonal de Bariloche “Ramón Carrillo” y en la Universidad, trabaja con un enfoque ético, transparente y centrado en el bienestar de los pacientes, garantizando que cada intervención respete los derechos y la dignidad de quienes enfrentan esta enfermedad.
La recopilación de mayor cantidad de casos es clave para evaluar la viabilidad de esta opción terapéutica y avanzar hacia una posible cura. Sin embargo, esto presenta un gran desafío, ya que el Hanta Virus tiene baja incidencia, lo que hace imprescindible ampliar la red de centros de salud para sumar pacientes a las pruebas, fortalecer la investigación y demostrar la viabilidad de esta droga.
Por ello, para extender esta esperanza a más personas en la zona andino patagónica —que comprende Chubut, Río Negro y Neuquén— resulta fundamental contar con el apoyo y la colaboración de otros hospitales y centros de salud, así como con financiamiento de los ministerios de salud provinciales y nacional. La incorporación de más centros permitiría atender a mayor cantidad de casos, avanzar en la investigación y, en última instancia, salvar vidas.
Para que pueda avanzar esta investigación, que pretende tener un impacto relevante en la salud tanto de la población residente de la región andina como de los miles de turistas que visitan el lugar, se necesita un mayor apoyo de las autoridades de salud, instituciones públicas y privadas, y a la comunidad en general, para apuntalar un esfuerzo humano y científico en defensa de la salud de la región. Actualmente, la investigación depende de recursos propios de la universidad y el hospital, pero requiere un mayor financiamiento para garantizar el stock de medicación y ampliar su alcance.
Este es un ejemplo de cómo la ciencia, la universidad y la pasión por mejorar la vida de las personas pueden transformar la realidad social.
Para más información sobre el proyecto o para sumarse a esta causa, pueden contactarse con la Sede Andina de la Universidad Nacional de Río Negro o directamente con Fernando Tortosa al correo fgtortosa@unrn.edu.ar.
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