Del 6 al 8 de junio se realizará LENTO, el primer festival de arte-ciencia que se celebra en la ciudad de Bariloche, con el apoyo de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN), el Instituto Balseiro, Fundación Balseiro, el Centro de Arte y Ciencia (CEAC) de la Universidad Tecnológica Nacional - Regional Mar del Plata (UTN) y la Municipalidad de Bariloche. En 3 días se compartirán experiencias, exhibiciones, charlas y conciertos. Eso sí, con calma. Lento.
Presentación
Se dabe, todo debe hacerse rápido o muy rápido. Hacemos una foto de un atardecer detrás de una montaña y antes que el sol toque la tierra ya dió la vuelta al mundo en nuestros teléfonos devoradores. Comida, moda, envíos, tours, experiencias trascendentales: todo se sintetiza en la poética fast, pero sin reparar en las heridas colaterales. “El tiempo es dinero”, he ahí el adagio capitalista, la ficción de ganar o perder tiempo, de que todo pueda ser recurso y de una lentitud improductiva. Pero ¿podríamos probar otras metáforas? ¿Qué tal si el tiempo es empatía, compañía, amor?, por cierto, formas impermeables a devenir en mercancías. Porque no todo va a la misma velocidad, y eso lo saben los polirrítmicos pulsos de la vida y la materia.
La lentitud puede ser entonces un modo de resistencia y creación. La política de la velocidad fagocita al librero que nos recomienda qué leer o nos aconseja el ensayo que estábamos buscando. Lo mismo con aquella figura que nos recomendaba un disco o una vieja canción aún por descubrir. Rápido y furioso. Así las cosas.
Pero la aceleración está resquebrajando el tiempo orgánico de aquello que se encuentra en fase de descubrimiento. Acelerado ese proceso, sobre todo en las ciencias y las artes, nos precipitamos en estéticas ansiosas que rápidamente se reproducen a través del éter digital hambriento de novedad, al precio que sea. El aumento de las teorías conspirativas, los extractivismos tanáticos y los fanatismos beligerantes se podrían expresar con una fórmula cuya constante siempre es la velocidad.
¿Antídotos? ¡Claro, siempre hay otras opciones! Simplemente, más lento. Tomarnos un tiempo más: para escuchar, conectar e integrar. Las ciencias y las artes han compartido desde siempre la misma forma de proceder: la de expresar lo real, aunque ese real, como los sueños, no se halle en ningún cuadrante, pero exista. Esa actividad, en cualquier caso, requiere de un tiempo, un tiempo que, como detectó ya Rilke, no se ocupa de calcular o de contar, “sino madurar como el árbol que no apremia su savia, más permanece tranquilo y confiado bajo las tormentas de la primavera, sin temor a que tras ella tal vez nunca pueda llegar otro verano”. Entonces lento. Ni más ni menos. Y eso sí, en comunidad. Siempre en comunidad.
VER PROGRAMA
Nos precipitamos en estéticas ansiosas que rápidamente se reproducen a través del éter digital hambriento de novedad, al precio que sea.
Organización
Sebastian Bustingorry, Gabriela Klier y Martín Virgili.
Apoyos
- Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA)
- Universidad Nacional de Río Negro (UNRN)
- Instituto Balseiro
- Fundación Balseiro
- Centro de Arte y Ciencia (CEAC) de la Universidad Tecnológica Nacional,
Regional Mar del Plata (UTN)
- Municipalidad de Bariloche
Colaboración
Negra 40 y Proyecto RUMIA
Logística
Guido Bressan, Pamela Guruciaga, Juan De Rosa e Ingrid Roddick.
Contacto
lentofestival@gmail.com
